Las sillas de madera y de metal más icónicas del estilo Mid Century

“Leo algunos blogs, y pienso: ‘Tienes que estar de broma…’. Alguien de unos 20 años escribe que la oficina de Roger parece ‘muuuuy de los 70’, cuando, en realidad, ¡los muebles son de 1955!”.

Así describía en una entrevista Claudette Didul, la decoradora de los famosos escenarios de Mad Men, su sensación al enterarse de que había telespectadores que no pensaban que los decorados fuesen lo suficientemente creíbles. La serie que volvió a poner de moda el mobiliario Mid-Century, sin embargo, se tomaba el aspecto estético de cada capítulo muy en serio. Tanto, que la mayoría de sus piezas eran originales, encontradas en Craiglist -algo así como el Wallapop estadounidense- y en las típicas ‘ventas de garaje’, en las que los dueños de una casa que van a mudarse se deshacen de los muebles que no necesitan.

De esta manera, de 2007 a 2015, Mad Men no sólo nos hizo soñar con Don Draper, Betty, Peggy o Joan -mientras se llevaba todos los premios de la industria posibles-; también convirtió su mobiliario en tema de conversación, haciéndonos desear muy fuerte volver a lo que muchos consideran la era dorada del diseño. Y es que durante la mitad del siglo XX, los nombres que se volverían con el tiempo iconos en este ámbito, dieron luz a sus más brillantes e inolvidables creaciones.

Lo maravilloso es que, como cualquier producto realmente bueno, las piezas más sobresalientes de aquel período resultan atemporales, y, en la mayoría de los casos, sus líneas puras, sencillas y elegantes, su funcionalidad y su falta de ornamentación hacen que encajen con naturalidad en cualquier ambiente, sea este del estilo que sea. De hecho, tras la fiebre Mid-Century en la que se sumió el mundo de la decoración con el lanzamiento de la ficción de la Avenida Madison, ahora vivimos un período en el que lo que se lleva es hacerse con alguna de estas piezas clásicas e incluirlas de manera lo más natural posible en nuestro espacio decorativo.

¿Una manera infalible de acertar? Haciéndote con alguna de las sillas más icónicas del período Mid-Century en madera y en metal, dos de los materiales con los que más se innovó en la época, dando lugar a diseños completamente vanguardistas para entonces.

Wishbone Chair, de Hans Wegner, una silla de madera que marco el estilo Mid Century

El danés Hans Wegner fue uno de los mayores exportadores del estilo de la escuela de Funcionalidad Orgánica de mediados de siglo, una corriente de diseño escandinava que ponía el foco en la funcionalidad y de la que también se consideraban parte iconos como Poul Henningsen, Alvar Aalto y Arne Jacobsen.

Sus sillas fueron un gran ejemplo de estas ideas: diseñó más de 500 distintas, entre las cuales unas 100 se produjeron en serie. Es difícil quedarse con una, pero quizá la más representativa sea la silla de madera Wishbone.

Este asiento, inspirado en el retrato de un comerciante danés sentado en una silla china de la dinastía Ming, fue uno de los tres que elaboró para la empresa Carl Hansen & Søn en 1949. Combinaba los rieles superiores y los brazos en una sola pieza, un aspecto muy vanguardista cuando se produjo por primera vez y que hoy le sigue aportando una atractiva apariencia de ligereza y modernidad.

Una gran silla de madera que no deja indiferente, la silla Chandigarh, de Pierre Jeanneret

Pierre Jeanneret, primo de Le Corbusier, diseñó para los edificios administrativos de la nueva ciudad india de Chandigarh, proyectada desde cero por el arquitecto, una completa línea de mobiliario de formas funcionales y depuradas, que remitían al Movimiento Moderno.

Sin embargo, tal y como se había acordado con el gobierno del país, fueron elaborados por talleres locales, por lo que se utilizó para crearlos materiales autóctonos, asequibles y apropiados para aquel clima, como la madera de teca, el mimbre, el bambú y el cuero.

Pronto, las distintas variantes de la silla en forma de uve invertida de Jeanneret, originalmente prevista como mobiliario de oficina, se convirtió en objeto de deseo entre los amantes de la decoración de todo el mundo y pasó a bautizarse como silla Chandigarh.

Como no se ha encontrado ningún esbozo de mobiliario firmado por Pierre Jeanneret -se asume que fueron suyos por entrevistas y otras informaciones-, no existen datos oficiales de su autoría. Por ello, sus diseños pueden reproducirse a voluntad, de modo que puedes hacerte con una réplica de la icónica silla Chandigarh, con estructura fabricada en madera de olmo y asiento y respaldo en rejilla de rattan.

Silla H269, de Jindrich Halabala

El diseñador de mediados de siglo Jindrich Halabala fue quien inició la producción de muebles de manera masiva para el mercado checoslovaco, y uno de los pioneros en emplear el uso de tubos de acero. Entre todas las piezas que creó, destacan dos series fundamentales de muebles modulares, las sillas H y E. La H269, con un diseño a la vez aerodinámico y sorprendentemente estable, fue quizá su mayor éxito.

Esta pieza ya no se fabrica, pero podemos encontrar otras inspiradas en su diseño, como la silla Galápagos, con estructura tubular de acero y asiento y respaldo tapizados en piel.

Silla Les Arcs, de Charlotte Perriand. De nuevo un icono en las sillas de madera y metal del estilo Mid Century

Charlotte Perriand fue una de las pocas mujeres que obtuvieron notoriedad como diseñadoras a mediados de siglo. Famosa por su amor por las formas orgánicas, fue colaboradora de Le Corbusier, y alcanzó la fama a través de grandes e innovadoras piezas, como la silla Les Arcs.

La misma, en piel marrón y combinada con la estructura de metal tubular popularizada por su contemporáneo Marcel Breuer, es un ejemplo de asiento de estilo industrial que representó una atrevida apuesta estética. Hoy, sin embargo, se ha convertido en una opción popular entre los muebles de comedor, a través de piezas como la artesanal Mali, también con estructura tubular en acero y asiento de piel legítima de cabra.

Silla Cesca, de Marcel Breuer, metal y rattan.

El arquitecto modernista húngaro Marcel Breuer cambió el curso de la historia de las sillas con su Cesca, cuyo nombre se inspira en el de su hija adoptiva, Francesca. La misma alteró el panorama del diseño gracias a su estructura en «voladizo», es decir, no sostenida sobre cuatro patas, como había sucedido tradicionalmente. Además, también es llamativo que su estructura tubular de acero constituya una sola pieza.

La combinación de este material con la caña del asiento era también poco convencional, y suponía una apuesta notablemente diferente a la de cualquier otra silla disponible en ese momento. Así, sin miedo a la total ruptura con lo conocido, Breuer abrió el camino para otros asientos de metal en voladizo que aparecieron durante el siglo XX.

Silla Bertoia, un modelo realizado en metal que despertó el interés durante el Mid Century

Harry Bertoia encontró la gracia sublime en un material industrial, experimentando con el doblado de barras de metal y creando una serie de sillas de diseño atemporal que parece delicado, pero resulta, sin embargo, resistente y duradero. El escultor y diseñador italiano, que hizo carrera en Estados Unidos, hablaba de ellas así: «Si nos fijamos en esas sillas, son principalmente de aire, como la escultura. El espacio pasa a través de ellas».

Con el tiempo, diseñadores contemporáneos ahondaron en este camino abierto por Bertoia con piezas como la silla Malika, que puedes encontrar aquí:

Un universo de sillas de madera y metal tan rompedores como clásicas

Los diseñadores de la era conocida como Mid-Century revolucionaron el panorama del mobiliario a mediados de los años 50 del siglo XX con sillas en las que utilizaban la madera y el metal de formas vanguardistas y rompedoras. Hoy, sin embargo, gracias a su saber hacer, estas piezas se han vuelto grandes clásicos de la decoración. ¿Cuál es tu favorita?