Los secretos de la decoración Nórdica

Es un hecho: la decoración Nórdica ha conquistado el mundo. El fenómeno no es nuevo; ya sabemos que el estilo Mid-Century, aunque popularizado por Estados Unidos, hunde sus raíces en los países escandinavos.

Así, el origen de lo que hoy conocemos como decoración Nórdica hay que buscarlo a principios del siglo XX, en el Modernismo. Este movimiento artístico y arquitectónico, en sus innumerables expresiones (De Stijl, Funcionalismo, Bauhaus…) se caracterizó por el rechazo de formas históricas y la creación de otras nuevas, basadas en el análisis racional de las necesidades del ser humano.

La Bauhaus fue, precisamente, una de las mayores influencias del Modernismo en el diseño y la arquitectura. Esta escuela de artes aplicadas, fundada en Alemania por el arquitecto Walter Gropius en 1919 -y dirigida por él y por los influyentes Hannes Meyer y Ludwig Mies van der Rohe después-, evitó la ornamentación, favoreciendo las formas geométricas simples y la funcionalidad.

Además, al igual que otros modernismos, la Bauhaus buscó emparejar el buen diseño con la producción industrial, pero llevó el enfoque un paso más allá, tomando la máquina como una metáfora para una expresión estética más amplia. Esta idea encuentra su resultado lógico en la famosa frase del arquitecto Le Corbusier: “Una casa es una máquina para vivir”.

Así quedó configurado el primer ‘asalto’ mundial de la decoración Nórdica al mundo: con el diseño de mobiliario Mid Century que todos reconocemos hoy en día, marcado, como el Modernismo, por la utilidad, la falta de adornos y las líneas limpias y simples. Y esa aparente ‘sencillez’, siempre elegante, continúa siendo en la actualidad uno de los secretos del éxito de la decoración Nórdica. ¿Quieres conocer el resto? ¡Sigue leyendo!

​Minimalismo acogedor, uno de los secretos de la mejor decoración Nórdica

Esa idea de ‘funcionalidad’ que mencionábamos antes se traduce en las casas que siguen los preceptos de la decoración Nórdica por una estética que prescinde de todo lo innecesario y se centra en la experiencia humana. Al fin y al cabo, fue Mies van der Rohe, director de la escuela Bauhaus, quien dijo aquello de “Menos es más”.

No obstante, el minimalismo de la decoración Nórdica no es frío, sino todo lo contrario: es cálido y acogedor gracias a su profusión de texturas gustosas, que se incorporan a través de tejidos como la muy de moda lana bouclé. También destaca el terciopelo, un gran favorito bajo el rigor del clima escandinavo.

Puedes incorporarlo en casa con piezas como la silla Marlene, de madera maciza y con asiento y respaldo tapizados en textil aterciopelado para conseguir este ambiente de calidez sutil e informal.

Además, este minimalismo amable nos facilita una vida más sencilla y feliz al instarnos a deshacernos de lo que no es necesario, haciendo que nos centremos en lo que realmente es importante. Este rasgo de la decoración Nórdica propicia una mayor sostenibilidad, y también tiene otra ventaja inesperada, pues se traduce en menos cosas para limpiar… ¡y más tiempo para gozar!

Los materiales naturales y desnudos como la madera mandan en la decoración Nórdica

Los nutridos bosques escandinavos, esos en los que imaginamos todos los cuentos de hadas, son la razón de que la decoración Nórdica se caracterice por un uso extensivo de la madera en sus piezas. Aunque esta puede presentarse con diferentes acabados, es en su apariencia desnuda y Eco-Friendly como más brilla últimamente.

De esta manera, la decoración Nórdica gusta de mostrar el patrón de las anillas del árbol que acogieron sus muebles, llevando la magia de la naturaleza a los interiores de la forma más orgánica posible. ¿Un ejemplo? El armazón Anaís, fabricado en madera de acacia, al que unir una tapa de madera de mango modelo Delhi, de cuatro centímetros de espesor.

Las fibras vegetales son otro ejemplo de este gusto por lo natural de la decoración Nórdica. Lo demuestra la inclusión en ambientes de estilo Escandinavo de pantallas como Bretón Maxi, fabricada en rattan natural, que ofrece una luz tamizada e íntima perfecta para hacer más alegres y llevaderos los largos días de invierno.

El toque artesanal necesario para conseguir una decoración Nórdica

Caminar por ciudades como Oslo, Estocolmo o Copenhague es una auténtica tentación para los amantes del diseño por una sencilla razón: todas poseen infinidad de tiendas de decoración Nórdica en la que priman los objetos elaborados a mano. Desde el sofá más grande hasta la tacita más pequeña, todo es susceptible de estar creado por maestros artesanos gracias a una sociedad que venera el carisma y el valor de sus piezas.

Incorporándolas en casa, la decoración Nórdica nos permite expresar una personalidad única, pues no hay dos elementos iguales. Además, esta disciplina, que logra que incorporar el arte en nuestro día a día a través de su funcionalidad, nos permite dotar a los espacios de un no sé qué intangible, pero que se hace notar fácilmente; algo así como un ‘alma’.

Lo comprobarás incorporando en casa piezas como el aparador de madera Ganges, fabricado de forma artesanal a partir de madera vieja y madera reciclada. Por ello, presenta las atractivas marcas e irregularidades propias del desgaste causado por el paso del tiempo, lo que le otorga un carisma excepcional.

Los clásicos nunca fallan cuando se trata de decoración Nórdica

Teniendo en cuenta su rica historia en términos de mobiliario -y el amor que profesan los habitantes de estos países fríos por sus piezas más icónicas-, a nadie extrañará que no haya casa de decoración Nórdica sin, al menos, un clásico del diseño escandinavo. 

Estas piezas son infalibles en cualquier estilo, pero, cuando se trata de decoración Nórdica, se podría decir que son un must. Claro que no hace falta haber recibido en herencia una silla Paimio del genio finlandés Alvar Aalto, o una Panton salida de la infinita creatividad del diseñador del mismo nombre; también es posible hacerse con piezas inspiradas por los más grandes para honrar su legado. 

¿Un ejemplo? La silla de madera maciza de fresno Elbow, creada a partir de un diseño original del enorme Hans J. Wegner. ¡Lo recordarás por estar también tras la inmortal silla Wishbone!

Un extra de hygge, el aderezo perfecto para un interior de decoración Nórdica

El concepto hygge es, quizá, la mayor exportación escandinava de los últimos tiempos. Hace referencia a un estado de ánimo que se podría definir como acogedor, íntimo, de agradable convivencia, que propicia sentimientos de bienestar y satisfacción. 

Para lograrlo, hay que vestir la casa acorde, dando lugar a una decoración Nórdica que contribuya a la comodidad, a la calma, y resulte agradable a la hora de recibir familiares e invitados con los que compartir buenos momentos. Velas, alfombras confortables, mantitas de pelo, lámparas de luz indirecta, tazas bonitas en las que disfrutar de una bebida caliente, plantas, flores, cojines… ¡Esos serán tus grandes aliados para originar un auténtico sentimiento de hygge en casa!

Bienestar y veneración por el buen diseño, los secretos de la decoración Nórdica

Conseguir un espacio cómodo y amable, que haga florecer sentimientos cálidos en habitantes e invitados, es una de las claves que ha hecho que la decoración Nórdica sea abrazada por personas de todos los puntos del Planeta. Esto, conjugado con una auténtica pasión por el mejor diseño -ese que es una mezcla entre estética y utilidad- es la fórmula mágica a la hora de crear un interior auténticamente Escandinavo. ¿Te apuntas a intentarlo?